Libros leídos en 2017

01 – “The life-changing magic of tidying up: The japanese art of decluttering and organizing”, de Marie Kondo.

    Durante el pasado viaje a Japón, una de las cosas que más me sorprendieron fue el extremadamente reducido espacio de los apartamentos en Tokyo, pero me sorprendió aún más la organización que se requiere para vivir en ellos. Sospeché que hay algo inherente en los japoneses que los hace ser lo suficientemente organizados y eficientes como para acomodar toda su vida en unos pocos metros cuadrados. Leí este libro intentando de identificar la manera en que lo logran.

    El método “Konmari” garantiza que una vez organizadas las posesiones, nunca se volverá a tener una casa desordenada. Básicamente, esto es: Deshacerse de cosas inútiles, y asignar cada cosa a un lugar específico. Suena muy simple, pero noté que el método hace énfasis en que sus seguidores asuman responsabilidad de sólo comprar cosas útiles, y en esto se basa su éxito. El libro es bastante corto, bastante repetitivo, y parece más un largo artículo de revista para amas de casa, así que sólo lo recomendaría a gente tan desorganizada como yo.

 

02 – “His master’s voice”, de Stanisław Lem.

Betrayal is the result of conscious decision, but what causes us to be drawn to destruction? What black hope, in destruction, beckons man? Its utter inutility rules out any rational explanation. This hunger has been suppressed in vain by numerous civilizations. It is as irrevocably a part of us as two-leggedness. To him who seeks a reason but cannot abide any hypothesis of a design, whether in the form of Providence or of the Diabolical, there remains only the rationalist’s substitute for demonology – statistics. Thus it is from a darkened room filled with the smell of corruption that the trail leads to my mathematical anthropogenesis. With the formulae of stochastics I strove to undo the evil spell. But this, too, is only conjecture, therefore a self-defensive reflex of the mind.

    Pasé años buscando este libro y lo encontré justo el día en que terminé el libro anterior. Este libro toma el nombre de una discográfica que usaba esa famosa pintura del perrito escuchando la voz de su amo en un gramófono de manera atenta y confundida. Este nombre es sumamente adecuado pues el libro cuenta cómo los humanos reciben una transmisión extraterrestre y tratan de descifrar el mensaje. No dudo que si algo así pasara, toda la raza humana tendría esa misma expresión perpleja e inocente del perrito.

    Stanisław Lem se centra en las fascinantes repercusiones científicas que un evento como este tendría. Científicos de muchas áreas son convocados para tratar de descifrar el mensaje y cada uno ofrece una explicación diferente. Es decir, el libro se enfoca casi al 100% en la parte de la ciencia en “ciencia ficción”. Por un momento creí que un libro sobre el primer contacto que no involucrara directamente a los alienígenas sería aburrido, pero rápidamente noté que, irónicamente, los alienígenas por si mismos serían la parte menos interesante de un suceso así.

    Los científicos del proyecto se plantean una infinidad de cuestiones acerca de su tarea, y, de la misma manera, el lector inevitablemente termina cuestionándose esas y otras más, como por ejemplo, ¿qué tipo de mensaje debería enviar la humanidad a otras civilizaciones? ¿quién sería el autor? ¿en qué lenguaje? ¿cuál sería el medio? ¿cómo lograr que el mensaje sobreviva un ambiente tan hostil como el espacio? ¿que tan apropiados fueron los mensajes que ya hemos enviado?

    Enviar una carta abierta a todo el universo representa una problemática tan difícil como interesante. Por una parte, no se puede asumir nada sobre los posibles receptores del mensaje, pues hacer suposiciones de cualquier aspecto podría representar que ciertas civilizaciones sean incapaces de interpretar el mensaje. Por ejemplo, enviar imágenes de cualquier tipo sería una mala idea pues podría haber formas de vida que ni siquiera tengan ojos y que únicamente interactúen mediante el tacto, el sonido, el olfato u otras maneras, e incluso si tuvieran ojos ¿qué nos garantiza que pueden percibir la luz en el mismo rango del espectro que nosotros? De igual manera, no podemos asumir que usan un sistema de numeración decimal, pues tal vez los receptores evolucionaron para tener 8 dedos y por lo tanto seguramente desarrollaron un sistema octal. O tal vez ni siquiera tienen dedos. El mensaje tendría que usar los elementos más básicos y comunes en el universo, como la velocidad de la luz, pero eso nos lleva a otro problema: ¿cómo comunicar unidades de medición? Los receptores no tendrían idea de qué es un kilómetro o una milla.

    Podría estar hablando por días sin descanso sobre este tema que me parece tan interesante, pero creo que lo mejor sería recomendar el libro, pues Stanisław Lem lo hace mucho mejor que yo.

 

03 – “The panda’s thumb”, de Stephen Jay Gould.

    Ya me han recomendado este libro varias veces y por fin pude conseguirlo. Es, en cierta manera, parecido a The selfish gene, de Richard Dawkings, que leí el año pasado. De hecho, un capítulo de The panda’s thumb es dedicado a criticar la teoria de Dawkings, y no muy favorablemente. He de decir que este libro me dejó un poco decepcionado, y tal vez sea porque esperaba demasiado de él. The panda’s thumb me dió la sensación de estar leyendo un libro de texto de la escuela más que algo un poco más accesible y entretenido (como el libro de Dawkings o los de Stephen Hawking) pero tampoco llega a tener el estilo tan delicioso de Stanisław Lem, de sumergirse en párrafos totalmente incomprensibles. The panda’s thumb existe en esa área incómoda donde es tal vez muy avanzado para la gente común (como yo) pero hasta cierto punto simple para los demás.

    Cada capítulo es un ensayo diferente sobre algún aspecto de la evolución, Sin embargo, creo que cada capítulo se siente muy distante de los demás y eso hizo que sintiera que el libro no tuviera una idea central. Hay capítulos muy interesantes y otros que yo hubiera dejado fuera, como uno que se centra en el drama casi adolescente de ciertos antropólogos al discutir si ciertos fósiles son verdaderos o si fueron falsificados por ese otro antropólogo “que me vio feo en aquella convención de antropólogos”.

    Afortunadamente, todo se remedia en los últimos capítulos. En uno de ellos se habla sobre bacterias que han evolucionado componentes magnéticos en sus cuerpos para lograr discernir entre arriba y abajo. Estas bacterias se vieron en la necesidad de evolucionar de esta manera pues son tan pequeñas que la gravedad no tiene un efecto considerable sobre ellas, así que es imposible que recurran a la gravedad para desplazarse o darse dirección.

    En el último capítulo se habla sobre pruebas antropológicas para la variación de la velocidad de rotación de la Tierra. Por ejemplo, los anillos encontrados en los minerales de ciertos fósiles animales prueban que, en el pasado distante, el movimiento de rotación terrestre ocurría con mayor frecuencia, lo cual, obviamente, tiene repercusiones tanto en la astronomía como en la antropología y la biología.

    Además, aprecien esa grandiosa portada.

 

04 – “Me talk pretty one day”, de David Sedaris.

When asked “What do we need to learn this for?” any high-school teacher can confidently answer that, regardless of the subject, the knowledge will come in handy once the student hits middle age and starts working crossword puzzles in order to stave off the terrible loneliness.

At the end of a miserable day, instead of grieving my virtual nothing, I can always look at my loaded wastepaper basket and tell myself that if I failed, at least I took a few trees down with me.

    Después de los libros anteriores, realmente necesitaba una lectura mucho más ligera, un libro más relajado que pudiera leer tranquilamente por el simple placer de leer. Esto es una recopilación de las graciosísimas vivencias del autor, desde su vida escolar hasta su mudanza a Paris, en donde vivió mucho tiempo sin hablar ni una sola palabra de francés. Este es uno de esos libros que causan risas espontáneas en lugares públicos, inevitablemente acompañadas de las miradas de curiosidad y preocupación de las personas presentes.

 

05 – “Context: further selected essays on productivity, creativity, parenting, and politics in the 21st Century”, de Cory Doctorow.

The futurists were just plain wrong. An “information economy” can’t be based on selling information. Information technology makes copying information easier and easier. The more IT you have, the less control you have over the bits you send out into the world. It will never, ever, EVER get any harder to copy information from here on in. The information economy is about selling everything except information.

    Como todos los libros de Cory Doctorow, Context puede ser bajado libremente desde su página oficial. El libro es una colección de ensayos muy interesantes sobre temas como Digital Rights Management, los libros electrónicos, y la legalidad de la distribución libre de archivos. Por si no se lo imaginan aún, Cory Doctorow es una especie de ciber-activista (algo así como un Richard Stallman un poco menos gruñón).

    Hay algunos ensayos muy interesantes incluso para gente que está hasta cierto punto aislada de la tecnología, la cual no es mucha pues, como se explica en uno de los mismos ensayos, la tecnología nos impacta a todos, lo queramos o no. Algunos de estos temas ya los he abordado en este mismo blog y me pareció muy interesante ver que alguien más llegó a conclusiones parecidas o incluso idénticas.

    Definitivamente recomiendo este libro a cualquiera, cuando menos para que se entienda más como muchas compañías, e incluso gobiernos, juegan con los derechos de los consumidores como si fueran piezas de ajedrez.

 

06 – “Unikernels”, de Russell C. Pavlicek.

    Este es un libro muy corto que se podría ver como un ensayo introductorio a los unikernels. Un unikernel, básicamente, es un paquete de software el cual incluye únicamente una aplicación y un kernel. Este paquete resultante se utiliza como si fuera una máquina virtual, pero con varias ventajas. Por ejemplo, el tamaño de los unikernels frecuentemente ronda los kilobytes. Esto significa que son increíblemente veloces, lo cual naturalmente repercute en ahorros de tiempo de procesador, espacio en disco, RAM y eventualmente consumo eléctrico.

    Las tecnologías de servidores siempre han tendido a el ahorro de recursos. En el principio, se usaban servidores bare metal que significaban una inversión inicial considerable, además de gastos recurrentes en mantenimiento y seguridad. Al avanzar las capacidades del hardware, se pudieron instalar servidores virtuales pequeños dentro de los bare metal, se les llamó virtual machines. Así comenzó toda la fama del “Cloud”. Hoy en día, la tendencia es usar contenedores que permiten aislar aplicaciones y servicios para un manejo más eficiente y organizado.

    La idea de los unikernels es muy parecida a los contenedores. No es de extrañarse entonces que Docker se interesara en esta nueva tecnología y ya esté invirtiendo mucho dinero en ella. Por mi parte, siento que los unikernels prometen muchas cosas muy interesantes, pero la tecnología está aun en sus primeras etapas. Basta con decir que hay que compilar el unikernel antes de poder usarlo. Una vez que la idea y las herramientas sean más maduras y accesibles, creo que definitivamente serán parte integral de la infraestructura. La idea que más me pareció interesante fueron los Transient services. Básicamente, el tamaño tan reducido de un unikernel permite que sea iniciado en milisegundos, y esto permite que el unikernel inicie únicamente cuando se hace una petición de alguno de sus servicios para después volver a apagarse. Con esto se acabaría el uso permanente de servidores que sólo son usados esporádicamente, lo cual, de nuevo, repercutiría en ahorros de muchos tipos de recursos, tanto en términos de hardware, como monetarios y de energía eléctrica.

    La falta de otras aplicaciones en un unikernel también significa que hay menos riesgos de seguridad. Un atacante no podría explotar vulnerabilidades en software que reside dentro del unikernel ya que en general el unikernel ni siquiera tendría un shell o soporte a multiusuarios.

 

07 – “The girl with the dragon tattoo”, de Stieg Larsson.

    Este libro tiene el peor inicio que he leído en algún libro. Básicamente todo el primer capítulo se trata de dos personas hablando de préstamos empresariales hechos por el gobierno sueco. Tuve que leer aproximadamente el 50% del libro para que realmente las cosas interesantes comenzaran a ocurrir. Lo único que logró que continuara con la lectura, fueron las recomendaciones que ya varias personas me han hecho sobre este libro. Eso, y el hecho de que lo compré hace más de 6 años y nunca lo había leído.

    Tenía la idea de que este libro era una novela cyberpunk, y definitivamente sí hay algo de hacking en la trama, pero por alguna razón creía que esto iba a ser parecido a Neuromancer, y definitivamente no es así. Básicamente esta es una novela de crimen y misterio. Mikael Blomkvist, un escritor e investigador financiero, es contratado para investigar la desaparición de la heredera de uno de los imperios industriales más grandes de Suecia, sin embargo, la desaparición ocurrió hace más de 50 años y nunca se ha sabido nada más de ella. Eventualmente, Lisbeth Salander, una jóven hacker prodigio, se une a la investigación y junto con Blomkvist, descubren muchas cosas que no deberían.

 

08 – “Good omens”, de Terry Pratchett y Neil Gaiman.

God does not play dice with the universe; He plays an ineffable game of His own devising, which might be compared, from the perspective of any of the other players, to being involved in an obscure and complex version of poker in a pitch-dark room, with blank cards, for infinite stakes, with a Dealer who won’t tell you the rules, and who smiles all the time.

“I don’t reckon it’s allowed, going round setting fire to people”, said Adam. “Otherwise people be doin’ it all the time.”

He had heard about talking to plants in the early seventies, on Radio Four, and thought it an excellent idea. Although talking is perhaps the wrong words for what Crowley did. What he did was put the fear of God into them.

If you sit down and think about it sensibly, you come up with some very funny ideas. Like: why make people inquisitive, and then put some forbidden fruit where they can see it with a big neon finger flashing on and off saying ‘THIS IS IT!’?

    El libro del apocalipsis es probablemente la historia más adaptada y parodiada, especialmente por Hollywood. Aquí, Terry Pratchett y Neil Gaiman unen fuerzas para contar la historia del jóven anticristo, que tras un complot orquestado por un ángel y un demonio, crece en una familia humana de lo más normal, totalmente ignorante de su naturaleza demoniaca. Todo esto en un intento de que el fin del mundo nunca ocurra, pues incluso los ángeles y los demonios se han acostumbrado al status quo de relativa paz entre ellos. Pero siempre hay individuos que tratan de acabar con el mundo en cada oportunidad que se les presente, así que termina ocurriendo una mezcla de facciones como los ya mencionados ángeles y demonios, los amigos humanos del anticristo, los jinetes del apocalipsis (que ahora son una banda de motociclistas), una antigua sociedad de cazadores de brujas y una adivinadora que tiene el único libro que predice todos los eventos del apocalipsis de forma precisa.

    Leí este libro porque esperaba un humor inglés como el de Douglas Adams, pero la verdad es que no resultó tan bueno como esperaba. Tal vez tenía espectativas demasiado altas debido a la fama de los autores. Para algo de comedia, preferiría recomendar al ya mencionado Douglas Adams, o al segundo libro de este año: “Me talk pretty one day”.

 

09 – “Freakonomics”, de Steven Levitt y Stephen J. Dubner.

Information is a beacon, a cudgel, an olive branch, a deterrent-all depending on who wields it and how.

The day that a car is driven off the lot is the worst day of its life, for it instantly loses as much as a quarter of its value.

Evolution, it seems, as molded our brains so that if you stare at your own baby’s face day after day, it starts to look beautiful.

    Un economista y un editor del New York Times escriben sobre los diversos factores que influyen en problemas cotidianos y demuestran todas sus conclusiones con datos, hechos y estadísticas. Por ejemplo, explican cómo fue que la legalización del aborto inesperadamente redujo el crimen en los Estados Unidos. Las similitudes entre el Ku Klux Klan y los trabajadores de bienes raices, y la finanzas de los narcomenudistas de Chicago o por qué una piscina es mucho más peligrosa que un arma de fuego. Además de la influencia, positiva y negativa, de los nombres en la personalidad de la gente y sus prospectos laborales. La mejor manera de resumir a Freakonomics sería con la antigua frase “Los números no mienten”, aunque le añadiría “…pero nuestra percepción de los números sí lo hace”.

    A pesar de que hay mucha gente que está en desacuerdo con las conclusiones de Levitt y Dubner, es casi imposible estar en desacuerdo con las cifras. He leído comentarios negativos de este libro, pero estos tienden a ser referentes a las cuestiones éticas que el autor sugiere y no le han agradado a mucha gente, como por ejemplo, las ventajas del aborto, como mencioné anteriormente. Este libro sólo incrementó el interés tan grande que últimamente he desarrollado por el análisis de datos.

 

10 – “Thinking, fast and slow”, de Daniel Kahneman.

This is your System 1 talking. Slow down and let your System 2 take control.

For some of our most important beliefs we have no evidence at all, except that people we love and trust hold these beliefs. Considering how little we know, the confidence we have in our beliefs is preposterous-and it is also essential.

Nothing in life is as important as you think it is when you are thinking about it.

    El autor de este libro ganó el premio Nobel de economía y el libro por si mismo ha ganado varios premios. Comencé a leer este libro sin realmente saber de qué se trataba, pero rápidamente pude darme cuenta que en cierta manera está muy relacionado con Freakonomics.

    Kahneman propone que la mente humana utiliza dos sistemas para tomar decisiones. El sistema 1 es rápido pero ineficiente y se le atribuyen palabras como “instinto”, “intuición”, o “sexto sentido”. El sistema 2 es lento, analítico y generalmente surge únicamente cuando es momento de tomar decisiones muy importantes.

    Si Freakonomics analizó los datos duros y la evidencia derivada del análisis de datos, Thinking fast and slow utilíza la evidencia para explicar el comportamiento humano, sobre todo cuando este comportamiento es erroneo, contraproducente o simplemente iluso. Prácticamente en cada página se muestran los resultados de algún test psicológico que demuestra lo poco confiable que el sistema 1 puede llegar a ser, pero que esto se equilibra con la rapidez de reacción que simplemente no es posible usando el sistema 2.

    Justo como The panda’s thumb, este libro me resultó algo pesado de leer debido a su naturaleza más científica. Definitivamente no estoy acostumbrado a leer libros de divulgación científica (lo cual es algo que busco corregir), pero esto no significa que ninguno de estos dos libros sea malo, de hecho, me parecen dos excelentes opciones para adentrarse en este tipo de temas.

 

11 – “Flowers for Algernon”, de Daniel Keyes.

Solitude gives me a chance to read and think, and now that the memories are coming through again-to rediscover my past, to find out who and what I really am. If anything should go wrong, I’ll have at least that.

Whatever happens to me, I will have lived a thousand normal lives by what I might add to others not yet born. That’s enough.

Who’s to say that my light is better than your darkness? Who’s to say that death is better than your darkness? Who am I to say?…

    Charlie Gordon tiene un IQ de 68, 32 años y la edad mental de un niño pequeño. Charlie es seleccionado para ser el primer sujeto de pruebas humano de una operación experimental que incrementa la inteligencia drásticamente. El único otro sujeto de pruebas ha sido Algernon, un ratón de laboratorio que ahora tiene una inteligencia comparable a la de un humano. Este libro ganó el premio Nébula de 1966 y la historia corta en la que fue basado ganó el premio Hugo de 1960. Está escrito en forma de una bitácora que Charlie escribe para medir su progreso antes y después de la operación.

    Debo admitir que antes de leer este libro, sentía una profunda tristeza al ver a cualquier persona con cualquier tipo de dificultad mental, sin embargo, ahora entiendo que es muy probable que a ellos no les importe o que incluso sean mucho más felices que alguien sin su condición. Definitivamente más inteligencia no necesariamente trae consigo más felicidad, y el autor nos obliga a debatirnos si la ignorancia y la inocencia son preferibles para ciertas personas. El autor analiza la extrema fragilidad de la mente humana y los problemas mentales y sociales que esta fragilidad conlleva. En la época en la que fue escrito, este libro claramente pertenecía a la ciencia ficción, pero hoy en día técnicas como CRISPR nos hacen plantearnos seriamente decisiones éticas que podrían eventualmente afectar a personas como Charlie. Por otro lado, este fue un libro sumamente desesperante, frustrante y aterrador pues me hizo afrontar uno de mis peores miedos al cuestionarme qué pasaría conmigo si llegase a tener un decremento acelerado de la inteligencia y perdiera el control y el contacto con la realidad. Este libro me hizo apreciar aún más lo poco que mi mente me ha dado y es por esto que lo recomiendo ampliamente.